ANTONIO SGARBOSSA
Antonio Sgarbossa comenzó su actividad artística a la edad de doce años asistiendo a un taller de cerámica artística en Bassano.En 1971 se mudó a Nouchatel en Suiza durante unos años, con un grupo de artistas europeos formando un estudio de arte llamado "La Soffitta". Aquí obtiene sus primeros premios. Al regresar a Italia en 1976, abrió un estudio de cerámica artística. En 1978 su primera exposición individual importante en la Galleria Il Fiore. Personal y colectivo en varias ciudades de Italia y Suiza.¿Qué es una obra de arte? Mallarmè se atrevió a una definición "es el otro lado de la luna". Antonio Sgarbossa lo entendió.Buscamos algo en el arte que esté más allá de la visión fenoménica, casi un reflejo de nosotros mismos. Es precisamente el lado misterioso que aparece, con todas las perturbaciones y el sobresalto del alma. Aquí hay una pintura de Sgarbossa que nos invita a ver más allá. ¿Qué representa? Depende de nosotros imaginarlo sobre la base que nos ha dado el pintor. Un interior, en el fondo un paisaje nocturno negro pero brillante que trasciende.
Lo cierto es que nos enfrentamos a un organismo: es decir, algo que vive su vida coherente. Sgarbossa partió de la idea neo-debista de decoupage, es decir, de las capas de carteles, de fotos antiguas, pero la trajo de vuelta en una clave pictórica, a un mundo que, a medida que nuestro ojo lo descubre, se vuelve fabuloso, lleno de sugerencias , muy dulce en la armonía cromática, caprichoso en los cortes de las imágenes, siempre en movimiento, listo para capturarnos hasta el final y hacernos soñar. Sgarbossa (y se entiende bien) proviene de un magisterio pictórico largo.Recientemente ha pintado pinturas con texturas muy finas con inserciones de semblantes antiguos: figuras de Canova, ecos de Caravaggio, arquitectura renacentista. Interiores del tiempo, destellos de la vida cotidiana con las presencias de hoy. Es decir, ha demostrado cualidades auténticas de un pintor. Ahora ha profundizado su mundo expresivo: se ha vuelto moderno, mientras permanece viejo, ha excavado adentro, ha construido.
Vemos pero también cambiamos, en el sentido de que ingresamos al mecanismo móvil de la pintura dejándonos transportar por nuestras sensaciones: siempre que la imagen se convierta en "nuestra", espejo de nuestra cultura, nuestra sensibilidad, nuestra forma de interpretar hoy. Aquí está la relevancia de este pintor.Está dentro de la cultura nómada y curiosa de nuestro tiempo, pero también dentro de una sabiduría de representación cromática y material que se remonta a un gran pasado. Vale la pena mirar sus obras a fondo: probar la sugestiva magia que emiten ... quién sabe: podría ser el otro lado de la luna que siempre hemos deseado ver.
Mercedes Tamara
1-06-2018
Fuente Galeria del Artista
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